La locura, divina compañía

 Hasta hace poco creí que la locura que me persigue  era una bendición en este mundo distópico que me toca vivir, una venezuela destruida por la cobardía, una familia destruida por el dinero, una sociedad adicta a las pastillas para dormir, una vida frustrada por el entorno.

Soy de la generación post-alunizaje, nací en una comunidad colonizada por el catolicismo jesuita y el bolchevique asomando las caras en la escuela, ahora de adulta, los rusos ya han colonizado mi pais y mi colon, obligándome a vivir en un sistema enfermo de tiranía.

Mi cerebro ha sido condicionado por un montón de tonterías y locuras que ya no me dan risa.   Buscando verdades me confundí en las fantasías cósmicas de una religión naciente en la nueva era, fantasías alimentadas por enteógenos previamente intervenidos para confundir más al humano que osare abrir las puertas de la percepción, enredada en rituales y danzas que extraen energía vital de los humanos para entregarlos a otra gente en la oscuridad.

Bastó la llegada de la LUPA DE TIERRA PLANA a mi vida para que lograse ver la realidad con mis propios ojos, hasta ahora vendados por la locura, etiquetada como esquizofrénica me entregué a escuchar a mis voces interiores para conocer lo que me querían decir y encontré en ellas muchas mejores preguntas, mayores certezas, auténticas alegrías y por supuesto muchas verdades tristes.

("nada de espejismos ilusorios, no se crea en los laboratorios, tu belleza es un arte aparte" dice el kanka en su canción, "estoy contigo por tu olor, no por tu perfume").

El golpe más fuerte que jamás golpeó a la humanidad fue la llegada del cristianismo. 

El bolchevismo es el hijo ilegítimo del cristianismo.

Ambos son invenciones del judío. 

La mentira deliberada en materia de religión fue introducida en el mundo por el cristianismo.

El bolchevismo practica una mentira de la misma naturaleza, cuando pretende llevar la libertad a los hombres, cuando en realidad sólo busca esclavizarlos.

 

En el mundo antiguo, las relaciones entre los hombres y los dioses se basaban en un respeto instintivo. Era un mundo iluminado por la idea de la tolerancia. 

El cristianismo fue el primer credo del mundo en exterminar a sus adversarios en nombre del amor. 

Su nota clave es la intolerancia.

Lidiando con el bolchevismo: el bolchevismo trae guerra y botí­n, hambre y muerte.

Adolf Hitler, Table Talks

Si hoy hacéis daño a los rusos, es para evitar darles la oportunidad de hacernos daño. Dios no actúa de manera diferente. De repente arroja a la tierra a las masas de la humanidad, y deja que cada uno se ocupe de su propia salvación. Los hombres se desposeen unos a otros, y se percibe que, al final de todo, siempre es el más fuerte el que triunfa. ¿No es ese el orden de cosas más razonable? Si fuera de otro modo, nunca habría existido nada bueno.

Noche del 27 al 28 de septiembre de 1941. La Iglesia ha sabido sacar provecho de esta concepción de la vida. Proclama que los pobres de espíritu -y los demás pobres también- irán al cielo, mientras que los ricos pagarán con sufrimientos eternos las bendiciones de la existencia terrena. A la Iglesia le mueve a decir esto el contrato tácito entre los sacerdotes y los poseedores, quienes alegremente dejan a la Iglesia un poco de dinero para que siga alentando a los pobres a la humillación.

10 de octubre de 1941, mediodía El cristianismo es una rebelión contra la ley natural, una protesta contra la naturaleza. Llevado a su extremo lógico, el cristianismo significaría el cultivo sistemático del fracaso humano.

Cabría preguntarse si la desaparición del cristianismo supondría la desaparición de la creencia en Dios. Eso no es de desear. La noción de divinidad brinda a la mayoría de los hombres la oportunidad de concretar el sentimiento que tienen de las realidades sobrenaturales. ¿Por qué destruir ese maravilloso poder que tienen de encarnar el sentimiento de lo divino que hay en ellos? El hombre que vive en comunión con la naturaleza se encuentra necesariamente en oposición a las Iglesias. Y es por eso que se dirigen a la ruina, porque la ciencia está destinada a ganar. 

Noche del 17 de octubre de 1941. El precepto de que es deber de los hombres amarse unos a otros es teoría, ¡y los cristianos son los últimos en practicarlo! ¡Un bebé negro que tiene la desgracia de morir antes de que un misionero lo atrape, va al infierno! Si eso fuera cierto, uno bien podría lamentar ese doloroso destino: ¡haber vivido sólo tres años, y arder por toda la eternidad con Lucifer!