La Columna que nadie lee

O sea, Yo También fuí Nasa Lover

Vainas de varones digo yo, que pueden imaginar una ecuacuón proyectada en varias dimensiones a la vez, y graficarla en su mente creando fantásticas formas geométricas que mutan con el paso del científico que las toca.  
Entre Eratóstenes con su paralaje, tomando al sol como punto central de observación, pasando por Newton con su fantástica revelación, cuando le cayó la locha y en una sentencia de oración, se decidió que la fuerza oculta agravaría la situación.
Ocurriósele a Einstein la maravillosa historia, del tiempo y el espacio en una famosa ecuación, que arreglaba el rollo que se había formado con el big bang del universo en expansión.
Con Kubrich subieron a la luna, a través de la televisión y así cerraron el debate, controlando la mente de toda la población.
Apoyados por la magia del renderizado y la inteligencia artificial, los hombre (no mujeres) se han inventado una fabulosa historia al rededor de una bola de fuego que amablemente no nos quema, mientras estamos damos vuelta a su alrededor danzando con otros planetas, a enormes velocidades que no despeinan ni al más peón.
En esa extraordinaria historia que con maestría ha pasado de generación en generación de un pueblo que ha olvidado donde vive y de donde son, quedamos dando vueltas como samsara, al rededor de un cuento de ciencia ficción, que nació de las faldas de un cura, a quien se le ocurrió una solución.
Yo también fuí Nasa Lover, hasta que vi a Iru en la televisión, contándome un cuento tan coherente, que me cayó como dedo al sol.  
Todas mis dudas se dispararon, las piezas comenzaron a calzar, en este rompecabezas filosófico que me hizo en una Epifanía vibrar.  
Lo primero que me ocurrió fué la rabia de verme a mi misma como tonta, en el pasado cuando nunca entendí como es que se batía esta torta.   
Y cuando pude por fin comprender, que fuí víctima de un engaño, de un algoritmo que entró en mi mente, cuando apenas era una retoño, me molesté con la NASA y con el mundo, que rodea esa conspiración y se cayó de un zarpazo mi mundo, dejó de dar vueltas y la Tierra Plana en mi mente se convirtió. 

Hasta cuando nos calaremos al Imperio Romano Mismo

Luego de Iru, vinieron sus amigotes, recontando desde donde comienza este follón, revelando desde otro punto la historia, que yo venía gritando a todo pulmón:  "Que hasta cuando estaremos viviendo la misma conquista, que hasta cuando la colonización, que me dejen vivir a manera mi vida, sin vacunas, tapabocas, sin taparabos, con energía libre y con libre elección.

A una astrofísica escuché seguir la bola,  le  escuché su famosa explicación, de exoplanetas y universos en expansión, que me pareció cantinflesco, no entendí pero ni una poco la exposición.   Lo que parecía interesante para un montón de científicos ilustrados, que seguían imaginando mundos disonantes, multiversos, con teorías de cuerdas, agujeros negros, bosones de higgs y quien sabe que cuestión más.

Mientras seguíamos buscando lejos, lo que no se nos había perdido, la tierra que pisábamos desde siempre, poco a poco dejaba de ser nuestra.   
Detrás de la máscara y del cuento de la ciencia que es ficción, de astrofísicos y observatorios, habíamos dejado a otros el control.de descubrir y observar el mundo que está  en plena evolución, que es la vida que habitamos, en cada generación.
Que el origen de las especies, claro que está es en la follación, múltiplicidad de configuraciones, resonantes de la energía de la materia que se comparte, en un mismo tiempo, un mismo espacio y en una plena relación, generando orgásmicamente nueva vida a su alrededor.
Entonces llegaron los curas con sus complejos, diabolizando al sexo creador, inventando un cuento extraño donde un padre y un hijo son los dueños de toda creación.   
Yo si creo que hayan creado algo, vida tal vez pero propiciando la ocasión, de un encuentro entre  macho y hembra, que en serio revuelo (mejor si hay cosquillitas de la emoción), se encuentran en un lugar bonito y procrean descendientes que llevarán su información.
Yque SantaMaría siempre virgen, quien se cree ese cuentón, el papá era el carpintero y el espíritu santo el segundón.
, no hay tantos millones de años entre nuestros antepasados de anterior evolución.   
El año cero aún no sé cuando parte, ese cero se mueve como ciempiés, procurando alargar el tiempo y el espacio, para la memoria así desaparecer.

La Nueva Era tampoco ayuda

Es el secreto egoista promotor, de una generación conformista, que se ha minimizado en la aceptación de una vida surealista.   
Decretos, códigos sagrados, astrología, sonidos bineurales, confederación galáctica, meditaciones, yo soy, ovnis, asteroidesb trojanos de júpiter, e.t. y dmt,  hechiceros otra vez, enredando la mente de la gente, con un sol al centro y nuevas formas de adoración, más elegantes, minimalistas, pero con el mismo cuentón, de que el sol es el dios máximo al que debemos rituales para calmar su sed de sangre, pobrecito así quemándose, como lo tienen a su merced:  una bola de helio gigante que arde y atrae  todo a la vez.   Magnetismo con fuego es incongruencia.

La sangre pal sol no es, 
sangre de humano valiosa es, 
en tierra no debería caer.  
Sangre pide quien no quiere, agua limpia de beber, 
fuente eterna del agua de un cristal que es de memoria pura.

Canto con los Espíritus

Con y sin ectoplasma,  sesión espiritista 3.0.   Cantos con Simón Bolívar.  



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